la poesía es criticada cuando se escribe en femenino
y un pequeño análisis de por qué la poesía sufre tanto prejuicio
hace unos días mientras leía un libro se me esclareció una idea en la cabeza que tengo la sospecha que ya venía gestando hace meses, sino años: la poesía es criticada porque es una escritura que proviene y depende de la emoción. pero ¿a qué me refiero cuando digo esto? ¿estoy queriendo borrar el proceso mental que hacemos a la hora de escribir? ¿quiero eliminar la inteligencia, las horas de lectura y la intelectualidad que se requiere para escribir? no, solo quiero iluminar quizás la parte más esencial a la hora de escribir poesía.
pedagogías feministas, un libro de jesica baez y valeria sardi, me introdujo a la idea (más bien la puso en palabras) de escribir y leer desde el cuerpo. históricamente hay formas correctas e incorrectas de escribir y leer. y ese ordenamiento está jerarquizado muchas veces por los mismos institutos que amamos y asistimos con fervor: colegios, terciarios y universidades. para escribir algo que pueda ser tomado en serio, algo “académico” o “científico”, muchas veces hay que, por ejemplo, evitar la primera persona, alejarnos del texto, ignorar las experiencias personales y suavizar la voz propia para que, en lo posible, el texto se vuelva impersonal, limpio y virgen. y utilizo la palabra virgen, que es pesada en su significado histórico y social (sobre todo para las mujeres) porque en los textos serios hay que separar la mente del cuerpo y la razón de la emoción: si mostramos nuestros afectos, nuestras pasiones e intereses somos rápidamente descalificadas porque la sensibilidad fue siempre parte fundamental del eje tradicional y conservador femenino. y para que nuestros textos valgan tenemos que escribir como hombres que piensan y luego existen. como hombres que no sienten; solo prueban conocimientos facticos. la poesía tiene la posibilidad de ser una practica feminizada de la que todxs podrían beneficiarse y sin embargo por eso somos juzgadas.
escribir desde el cuerpo es develar quiénes somos; de dónde venimos, cuál es nuestra clase social, nuestro sexo, nuestro género y la historia que acarreamos en nuestras espaldas. para escribir un parcial puedo entenderlo, puedo intentar escribir “sin contaminaciones emocionales ni sensibles y sin cuerpo”, puedo hacerlo. pero ¿en el poema? ¿tiene algún tipo de sentido para mí el poema si no lo escribo con el cuerpo?
al poema lo rige un orden y un protocolo que muy pocas veces es puramente intelectual. al poema se lo escribe no solo con nuestras experiencias personales, sino por ellas. el poema está íntimamente conectado con la intuición y la erótica (no como intención sexual, sino como energía vital): vamos uniendo palabras en asociaciones libres como lo haríamos en terapia, vamos cortando versos de la misma manera que respiramos (a veces de forma agitada y otras de manera calma y aletargada), vamos descubriendo por qué escribimos sobre algo o alguien en particular solo cuando lo hacemos. vamos al poema a ciegas y éste nos esclarece el camino: no tenemos el control, algo nos posee y ese algo es la emoción, el afecto y el propio cuerpo que necesita expresarse. escribir un poema es una práctica encarnada, por eso es que no alcanza la mente para poder hacerlo.
y por eso es tan criticado también. porque el poema se asocia constantemente a adjetivos y prejuicios que fueron dados y apuñalados contra la mujer, para desestimarla. el poema no es literatura porque es “demasiado sensible”, porque son “solo palabras tiradas al azar” o “una experiencia personal”, porque es “constantemente autorreferencial”: pareciera que nosotras, poetas, no estamos escribiendo, estamos solo sintiendo y haciéndonos pasar por escritoras. y yo me pregunto ¿cuándo la escritura no fue un hecho arraigado en la emoción? ¿cuándo el poema no fue una acción corpórea?
no hay hechos científicos que avalen la escritura del poema, no lo necesita, es una escritura accesible para todxs y eso les molesta: que no se necesite nada más para llegarle a alguien, solo la sensibilidad de un cuerpo que vive y existe. si la literatura de verdad “tiene que ser difícil, críptica, acaso ilegible para el público general” el poema entiendo que pueda enfurecer: tiene un sentido único para cada persona que lo lea en el tiempo que lo está leyendo. no es irrefutable, es una experiencia subjetiva y quizás perfectamente comprensible para unos e indescifrable para otros. pero ellos no quieren eso; quieren determinar qué es literatura y qué no, porque esa lógica y esa razón los deja tranquilos.
un poema es un discurso personal y no por eso es menos válido, político o serio. y para quien crea que cualquiera puede escribir un poema, se la retruco; solo puede escribir un poema quien esté dispuesto a tocar ese punto en el cuerpo y en la sensibilidad que no entiende de lógica o intelectualidad, que solo necesita el intento de la palabra.
un profesor de mi facultad ayer dijo que la poesía, por mala suerte, no es democrática pero es de las pocas cosas que podemos hacer parte de nuestro propio cuerpo. en un mundo de bienes materiales donde estamos tan preocupados por tener, nada ni nadie nos puede quitar un poema, como una canción, que nos sabemos de memoria o que recordamos por lo menos un verso que permaneció en algún lugar de nuestro cuerpo por alguna razón inexplicable. el poema es una reserva simbólica y cada vez que escribimos intentamos hacernos de un lenguaje propio y producir subjetividad.
en una actualidad de inteligencia artificial y donde nos dicen todo el tiempo qué pensar, ¿qué es más poderoso que escribir algo que le escape a la razón? algo que suene bien cuando lo leemos en voz alta, algo que nos haga sentir menos pesadas cuando decidimos poner el punto final, algo que nos sepa humanas en vez de máquinas. eso es el poema.
gracias por leer. quiero empezar a compartirles mis pensamientos sobre la literatura, la poesía o simplemente la vida cada vez que lea, visite, estudie o vea algo que me interese y me apasione. así que si les gustó esta entrada, haganmelo saber.
con amor siempre,
flor.
Totalmente de acuerdo. Si quisiéramos escribir algo con menos emoción podemos hacer un ensayo o un texto informativo, pero lo hermoso de la poesía es eso, es emoción en un papel
Soy antropóloga y todo tu texto me hizo tanto sentido porque la antropología se escribí desde el cuerpo, pero la academia la ah absorbido tanto que solamente se puede hacer de manera científica, porque si no, no es antropología. Gracias por tu escrito. 💗